Algunos problemas residuales
1 LAS FRONTERAS DE LA SINTAXIS Y LA SEMÁNTICA
1.1 Grados de
gramaticalidad
Es obvio que las actuales teorías de la sintaxis y la
semántica son muy fragmentarias y provisionales, y que implican cuestiones
pendientes de naturaleza fundamental. Además, sólo se disponen de descripciones
gramaticales muy rudimentarias, para cualquier lengua, de modo que no es posible
dar respuestas satisfactorias a muchas cuestiones de hecho. Por consiguiente,
el problema sugerido por el epígrafe de esta sección no puede pasar, por el momento,
de motivo para la especulación. No obstante, algunos de los temas de los
capítulos procedentes se relacionan con la cuestión del justo equilibrio entre
la sintaxis y la semántica de un modo que merece por lo menos algo más de
comentario.
Ahora bien, la distinción entre rasgos de subcategorías estricta
y rasgos selecciónales, formalmente bien definida, se correlaciona bastante
estrechamente, a lo que parece, con una importante distinción en el uso lingüístico.
Cada uno de esos rasgos contextuales está asociado a una cierta regla que
limita a ciertos contextos los artículos léxicos que contienen este rasgo.
Con relación a las oraciones que quebrantan reglas seleccionales
pueden ser interpretadas, a menudo, metafóricamente (en particular con
personificaciones) o alusivamente a una manera o de otra, si se les provee de
un contexto apropiado de más o menos complejidad. Es decir, estas oraciones
son, a lo que parece, interpretadas mediante una analogía directa con oraciones
bien formadas que observan las reglas seleccionales en cuestión.
Respectivamente las oraciones que quebrantan estas reglas
seleccionales que implican rasgos léxicos “de nivel superior” como [Contable]
son mucho menos aceptables y más difíciles de interpretar que las que implican
rasgos “de nivel inferior” como [Humano]. Al mismo tiempo, es importante tener
en cuenta que no todas las reglas que implican rasgos sintácticos de nivel
inferior toleran su quebrantamiento tan fácilmente como las reglas seleccionales.
Existen oraciones con interpretación unívoca, uniforme e
inmediatamente, aunque son paradigmas de aberración. Por otra parte, hay
también oraciones perfectamente formadas que pueden plantear grandes dificultades
de interpretación y pueden estar sujetas a varias interpretaciones quizá en
conflicto.
1.2 Más sobre reglas
seleccionales
Dichas reglas seleccionales presentan un papel más bien
marginal en la gramática, aunque los rasgos de que tratan pueden estar
implicados en muchos procesos puramente sintácticos. Por tanto, se podría
proponer excluir de la sintaxis las reglas seleccionales y atribuir su función
al componente semántico. El componente semántico es un ingenio interpretativo
basado en reglas de proyección del tipo discutido anteriormente, siguiendo a
Katz, Fodor y Postal. Entonces hay que adaptar las reglas para que detecten e
interpreten conflictos en la constelación de los rasgos entre elementos léxicos
relacionados gramaticalmente y, con más generalidad, entre constituyentes de
cadenas de la base relacionadas gramaticalmente.
Se puede suponer que las reglas seleccionales son incluidas
en la sintaxis; las reglas de proyección del componente semántico y los
artículos léxicos para hablar tales como nonsense
y speak deben ser diseñados de manera que, aunque el constituyente frighten sincerity de los ahormantes
generalizadores. Ciertamente, la gramaticalidad no puede coincidir, en ningún
caso, con la noción intuitiva de “desviación”, cabe citar casos de cadenas
perfectamente gramaticales que son incongruentes por razones no sintácticas.
De forma alternativa. Se podría suscitar la cuestión de si
las funciones del componente semántico, tal como fueron descritas antes, no
deberían ser adoptadas in toto por
las reglas sintácticas generativas. Más específicamente,
se puede preguntar si no se debería hacer que el ciclio de reglas
interpretativas que asignan lecciones a
los nódulos superiores del Ahormante generalizado subyacente se aplicase antes
de algunas de las reglas sintácticas, de manera que la distinción entre los dos
componentes quede, en realidad, eliminada. Esta noción, que en modo alguno
puede ser excluida a priori, es
explorada por Brever y Rosembaum quienes muestran que, si es adoptada, la
organización interna del componente sintáctico tiene que ser revisada de varios
modos esenciales.
El componente semántico definido en este libro como un
sistema de reglas que asignan lecciones a constituyentes de los Ahormantes,
sistema que no tiene más estructura intrínseca que esa. Pero tal descripción no
es suficiente. En particular, es más que probable que el sistema de “definiciones
del diccionario” no es tan atomístico como implica esta explicación. Ahora
bien, con respecto a las definiciones del diccionario, dos problemas
importantes de terminar las restricciones universales, independientes de la
lengua, sobre los rasgos semánticos, en términos tradicionales, el sistema de
conceptos posibles. La noción misma “artículo léxico”, presupone cierto tipo de
vocabulario fijo, universal, en términos del cual son caracterizados estos
objetos, lo mismo que la noción “representación fonética” presupone cierto tipo
de teoría fonética universal.
Es importante tener conciencia de muchos problemas que
tendrá que arrastrar una teoría de la interpretación semántica del tipo aludido
en la discusión precedente. Es evidente, como lo han subrayado Katz Y Fodor,
que el significado de una oración se basa en el significado de sus partes
elementales y en la manera de su combinación. Es también evidente que la manera
de combinación proporcionada por la estructura patente es, en general, casi del
todo inaplicable a la interpretación semántica, mientras que las relaciones
gramaticales expresadas en la estructura latente abstracta son, en muchos
casos, precisamente las que determinan el significado de la oración.
2. LA ESTRUCTURA DEL
LEXICÓN
2.1 Redundancia
Se ha venido definiendo el lexicón como un conjunto de
artículos léxicos, cada uno de los cuales consta de una matriz de rasgos
distintivos D y un símbolo complejo C, siendo este un conjunto de rasgos de
varios tipos; especialmente rasgos sintácticos y semánticos, rasgos que
especifican qué procesos morfológicos o transformacionales se aplican a las
cadenas que contiene elementos en cuestión, rasgos que examinen de ciertas
reglas fonológicas a algunos elementos, y así sucesivamente)
Pues bien, para explorar un poco más de la cuestión de la
simplificación de los artículos léxicos, hagamos, para ser concretos, una
selección específica en cada punto donde se enumere, en la discusión, las
posibilidades alternativas que parecían merecer consideración. El supuesto
empírico de que una gramática es más altamente valorada si los artículos léxicos
contienen pocos rasgos de subcategorización estricta positivamente especificados
y muchos rasgos seleccionales positivamente especificados.
Con respecto a la gramática ilustrativa mencionada en el
capítulo 2, se tienen las secuencias jerárquicas siguientes:
(I)
([+Animado], [+ - Humano]).
(II)
([+N], [+Común], [-Contable], [+-Abstracto]).
(III)
([+N], [+- Común]).
Para reducir la redundancia en el lexicón se necesita de la
siguiente regla:
[+
___FN] Manera] [+ ___ FN],
Si se hace referencia
a los verbos intransitivos que si pueden tomar un Adverbial de manera pueden
también aparecer sin él. Lo que se necesita es una convención que permita que
una generalización aparezca una variable con abarque sobre cadenas, logrando
así, en efecto, usar parte de la estructura interna de las notaciones para rasgos léxicos.
Usando φ como variable de alguna cadena, por ende se puede dar la
regla en esta forma:
][+
___φ Manera] [+___φ].
Las
reglas de redundancia fonológicas están ideadas para acomodar el hecho de que
ciertas especificaciones fonológicas son predecibles.
Las
reglas de redundancia sintáctica también llamadas reglas sintácticas análogas.
Las reglas de redundancias, tanto fonológicas como sintácticas, formulan
propiedades generales de todos los artículos léxicos, y, por tanto, hacen innecesario
proporcionar especificaciones de rasgos en los artículos léxicos cuando no son
idiosincráticos.
Dado
un artículo léxico (D, C), las reglas de redundancia fonológicas dan a D una
especificación más completa, y las reglas de redundancia sintácticas dan una
especificación más completa a C. El hecho de que hay reglas pare predecir ciertas
especificaciones fonológicas en términos de otras hace mucho que se conoce, y
hay muchos estudios descriptivos que dan cuadros o reglas de un tipo o de otro
para especificar el conjunto de “secuencias fonológicamente admisibles”, “sílaba
probables” y así sucesivamente.
El
estudio de las reglas de redundancia sintácticas es una tema en sí mismo muy
amplio; pero, en vez de continuar dando más ejemplos, prefiero considerar
brevemente algunos de los problemas que surgen al intentar tratar los procesos
morfológicos dentro de un encuadre del tipo esbozado anteriormente.
Sería
muy útil comparar las dos maneras de tratar cuestiones de morfología flexiva, a
saber: el método tradicional de los paradigmas y el método descriptivo de análisis
morfémico. Como el inglés es demasiado pobre en flexión para ilustrar esta
diferencia, se darán ejemplos del alemán. En una gramática tradicional, in
ejemplo concreto de un nombre sería descrito en términos de su lugar en un
sistema de paradigmas definido por medio de ciertas categorías flexivas, a
saber: las categorías de género, número, caso y tipo de declinación. Cada uno de
estas categorías constituye un “dimensión” independiente del paradigma, y cada
palabra tiene un “valor” concreto en cada una de estas dimensiones
independientes.
La
teoría de los rasgos sintácticos desarrollada anteriormente puede de alguna
manera incorporar directamente el análisis paradigmático tradicional. El sistema de
paradigmas es, sencillamente, descrito como sistema de rasgos, correspondiendo
uno a cada una de las dimensiones que definen el sistema de paradigmas. Las reglas
fonológicas interpretativas, algunas muy específicas, otras de bastante
generalidad, operan entonces sobre la matriz fonológica del artículo léxico,
dando, finalmente, una matriz fonética. Donde estos rasgos no son completamente
independientes o donde son parcialmente determinados por otros aspectos de una
formante, se aplicarán reglas de redundancia del tipo de discusión.
El
carácter a menudo SUPLETIVO de los sistemas flexivos, así como del hecho de que
el efecto de las categorías flexivas puede ser parcial o incluso totalmente
interno, resulta una formulación dificultosa e inelegante de las reglas, la
SUPLECIÓN y la modificación interna no crean dificultad alguna en la
formulación paradigmática, pero en la representación paradigmática los
elementos no forman parte de la cadena terminal, no son necesarios en las
reglas en las que no son pertinentes.
Análogamente, las reglas de concordancia pertenecen sin duda al componente transformacional y las reglas añaden a los Ahormantes rasgos especificados que pasan a integrar formantes particulares, dominando sus matrices fonológicas. La gramática tiene que contener reglas de concordancia que asignan al artículo todas las especificaciones en rasgos para género, número, caso y nombre que modifica. Así que se necesita una regla que cabría dar en la forma:
La anterior regla, es una regla transformacional del tipo usual, salvo que introduce rasgos especificados e vez de solo formantes no léxicos. Así que, respecto a la operación de las reglas transformacionales, los rasgos representan un papel intermedio entre el de los formantes y el de las verdaderas categorías, como es perfectamente natural.
Un elemento léxico es un conjunto de rasgos fonológicos, semánticos y sintácticos. Al ser insertados en un Ahormante, un elemento léxico puede adquirir otros rasgos además de los que le son inherentes en el lexicón.
Cuando nos referimos a "transformaciones eliminativas" se dice que puede usar un término X de su propio análisis solo si X e Y son idénticos. En el caso de elementos léxicos, se podría entender que "identidad" significa identidad estricta de los rasgos que se componen.
De forma resumida parece que se nos impone la conclusión de que en la deleción se trata de no distintidad y no de identidad estricita, y que solo quellos rasgos de un formante que son inherentes bien sea a su artículo léxico o bien a la posiciín en la oración cuando es insertado, tienen que ser tenidos en cuenta al determinar la no distintidad. Formalmente se puede decir que un formante tiene que ser considerado como un par de conjuntos de rasgos: un miembro del par consta de los rasgos "inherentes" al artículo léxico a la no disposición en la oración, y el otro miembro de rasgos "no inherentes" introducidos por transformación. El principio general para las operaciones eliminativas es, pues, este: un término X del propio análisis puede ser usado para eliminar un término Y del propio análisis solo en el caso de que la parte inherente del formante X no sea distintiva de la parte inherente del formante.
Finalmente cada una de las cuestiones tocadas en este documento fueron y son de total relevancia para construir un conocimiento más sólido a lo que se refiere a los procesos lingüísticos y principalmente concernientes a la teoría de la sintaxis, vista desde diferentes perspectivas, sin desligar la semántica, la pragmática y la fonética, principalmente de nuestro bello idioma, la lengua castellana.
Análogamente, las reglas de concordancia pertenecen sin duda al componente transformacional y las reglas añaden a los Ahormantes rasgos especificados que pasan a integrar formantes particulares, dominando sus matrices fonológicas. La gramática tiene que contener reglas de concordancia que asignan al artículo todas las especificaciones en rasgos para género, número, caso y nombre que modifica. Así que se necesita una regla que cabría dar en la forma:
Un elemento léxico es un conjunto de rasgos fonológicos, semánticos y sintácticos. Al ser insertados en un Ahormante, un elemento léxico puede adquirir otros rasgos además de los que le son inherentes en el lexicón.
Cuando nos referimos a "transformaciones eliminativas" se dice que puede usar un término X de su propio análisis solo si X e Y son idénticos. En el caso de elementos léxicos, se podría entender que "identidad" significa identidad estricta de los rasgos que se componen.
De forma resumida parece que se nos impone la conclusión de que en la deleción se trata de no distintidad y no de identidad estricita, y que solo quellos rasgos de un formante que son inherentes bien sea a su artículo léxico o bien a la posiciín en la oración cuando es insertado, tienen que ser tenidos en cuenta al determinar la no distintidad. Formalmente se puede decir que un formante tiene que ser considerado como un par de conjuntos de rasgos: un miembro del par consta de los rasgos "inherentes" al artículo léxico a la no disposición en la oración, y el otro miembro de rasgos "no inherentes" introducidos por transformación. El principio general para las operaciones eliminativas es, pues, este: un término X del propio análisis puede ser usado para eliminar un término Y del propio análisis solo en el caso de que la parte inherente del formante X no sea distintiva de la parte inherente del formante.
Finalmente cada una de las cuestiones tocadas en este documento fueron y son de total relevancia para construir un conocimiento más sólido a lo que se refiere a los procesos lingüísticos y principalmente concernientes a la teoría de la sintaxis, vista desde diferentes perspectivas, sin desligar la semántica, la pragmática y la fonética, principalmente de nuestro bello idioma, la lengua castellana.
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